Hoy hace 3 meses que me casé con el amor de mi vida. El tiempo pasa volando! :)
Nosotros tuvimos unos 6 meses para planearlo todo, y la verdad es que todo fue posible gracias a la mejor "wedding planer": mi madre! Y a un montón de amigos y familiares que echaron una mano hasta el último día, y la verdad es que sin todos ellos no hubiera sido posible.
En principio lo único que sabíamos era que queríamos una boda al aire libre, sencilla y familiar. No teníamos idea sobre una temática o estilo, ni siquiera los colores principales. Estuve buscando ideas y viendo muchas fotos y blogs de bodas, hasta que descubrí las bodas rústicas y me enamoré!
Siempre me ha gustado mucho el estilo rústico y granjero, ya que pasé la mayor parte de mi infancia en una casa de campo, con estufa de leña, mucho árbol y despertar con pájaros y gallos cantando de fondo, jeje, así que pensé que sería genial utilizar todo eso para la boda.
Lo primero que teníamos que hacer era encontrar un lugar que se adecuara a lo que estábamos buscando. Como la idea era hacerlo al aire libre y que nos dejaran más a nuestro aire, un hotel típico no era una opción posible, asi que empezamos a buscar casas rurales. Queríamos hacer la boda cerca del pueblo donde me crié, en el norte de Cáceres, una buena zona para buscar este tipo de sitios rústicos. Al final, nosotros buscando por internet como mis padres siguiendo consejos de amigos, nos encontramos con el mismo sitio, el
Haldon Country, un precioso hotel rural con un bosquecito propio!
A partir de ahí ya pudimos centrarnos en la decoración, que se basó en tela de saco combinado con encaje, cuerda, flores y algunos elementos de color verde, la mayor parte de las cosas hecha a mano. Y aquí nuestra amiga Olga hizo un trabajo genial, porque fue la encargada de preparar las velitas para los centros de mesa y buscar la mayoría de elementos para la decoración.
En nuestro caso, el hotel solo nos daba el espacio, así que nosotros nos encargamos del alquiler de sillas, mesas, vajilla y demás. Y aquí es donde mi madre se lució, buscando por todas partes al mejor precio! jeje.
La decoración de las mesas fue sencilla. Mi madre colecciona teteras desde que tengo uso de razón, jaja y tenemos muchas muchas en el salón de casa, así que se me ocurrió utilizarlas, ya que tiene de diferentes estilos y colores.
Las mesas eran redondas con un mantel blanco de base con un camino de tela de saco por encima. En el centro, tres velitas decoradas en tela de saco y encaje como la que veis arriba y una tetera llena de flores.
En cada plato, una servilleta con un trozo de tela de saco para sujetarlas atada con cuerda.Para numerar las mesas, mi madre recopiló marcos de fotos y les pintó los números dentro.
En cuanto a la parte de la ceremonia, queríamos algo muy sencillo, ya que el sitio era tan bonito que no necesitábamos mucho.
Las sillas eran de madera super sencillas, asi que les pusimos un poco de tela de saco (para variar, jeje) a cada una en la parte del respaldo.
Para adornar la parte del pasillo, utilizamos botes de cristal (estuvimos comiendo garbanzos, verduras y salsa de tomate durante semanas xD) adornados con encaje, cortesía de mi abuela :) y flores.
La parte del altar fue un típico arco de los que se usan para los rosales. La idea es que quedara como un marco sin llamar demasiado la atención y que mantuviera el estilo campestre.
En mi casa tenemos una enredadera que crece sin control, jaja, asi que mi madre cortó una parte y con eso se rellenó el arco y se adornó con un poco de paniculatta.
Se lo curraron mis amigos esa misma mañana y quedó precioso!
De la comida se encargaron unos amigos nuestros cocineros. Se lo curraron también muchísimo y lo único que me dio pena fue no comer más ese día, jaja.
Primero unos aperitivos, los cuales algunos trajeron mis abuelos de Argentina y otros mis tios de Italia. Después para cenar, un buffet de carne y ensaladas (porque a quién no le gusta eso?).
Para el postre, mi madre hizo su primera tarta de boda, de chocolate! Mi cuñado hizo un típico dulce tunecino, mi tía alfajores argentinos, y no podian faltar los cupcakes. Unos postres internacionales, jeje.
Para los cake toppers no encontrábamos ninguno que nos encantara a los dos. Una amiga nos habló de las esculturas de
Willow Tree y enseguida nos decidimos por una de ellas. La verdad es que son grandes, pero ahora las podemos usar para decorar nuestro salón.
Las fotos son todas de
Josh Devotto, gran fotógrafo y excelente persona que nos acompañó en este día, y con el que también hicimos una sesión preboda, pero para cerrar pongo una foto de nuestra amiga María, que también hizo fotos preciosas :)
